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    Girondinos en el Congreso

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    Girondinos en el Congreso

    Por Ramón Ojeda Mestre el 27 de Junio de 2020
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    Artículo de Opinión || Por Ramón Ojeda Mestre 

    No es nada novedoso qué en un Régimen republicano, al igual que en uno parlamentario, haya contradicciones que con frecuencia lindan en la diatriba, en la rispidez, en la estridencia, e incluso en los jaloneos, los golpes o violencia fuera de los recintos del Congreso. Para quienes estudiaron la revolución francesa han de recordar que todavía en 1793 unos terminaban en la guillotina y otros asesinados como en el caso de Marat o el de Robespierre.



    Otros tal vez recuerden el caso del Rey Carlos I en el Parlamento inglés en dónde el speaker o vocero se niega aceptar sus órdenes, le niega la autoridad divina, Cromwell se apodera del Congreso y el tartamudo rey termina decapitado.

    Más recientemente alguien podrá recordar los golpes y amontonamiento en el Parlamento Japonés de septiembre de 2015 o la violencia en el parlamento español cuando el General Gutiérrez Mellado enfrenta a un Tejero con pistola en mano o en la sesión del parlamento español de noviembre de 2018 donde escupen al ministro Borrell y expulsan al diputado Rufián, o la pelea a puñetazos en el parlamento Ucraniano de hace unos ocho años y así en cientos de ejemplos de cómo se traducen en confrontaciones fuertes las diferencias entre diputados, senadores o parlamentarios, y que hacen que tratemos al máximo posible de evitar las causas que llevan a esos enfrentamientos que tensan o generan acrimonia en el ámbito ciudadano y poco o nada abonan a la superación democrática.

    En Baja California Sur se han venido presentando reiterados altercados y procesos judiciales que han llegado a la Suprema Corte de Justicia de la Nación y han evidenciado que las diversas fracciones partidistas o alineaciones de grupos políticos variopintos no han terminado de asentar la configuración de grupos predominantes que reflejen,armonizadamente, la connotación del gobierno del Estado, del gobierno federal o de algunas otras tendencias que no acaban de morir o no acaban de nacer a plenitud.

    Es un hecho irrefutable que la Cámara de Diputados local, no ha logrado dar los frutos óptimos que serían deseables por esa inestabilidad que ya será prácticamente imposible de lograr ante la inminencia de unos procesos electorales postpandémicos en el 2021 y que los diputados y dirigentes políticos y partidistas deberían de hacer un gran esfuerzo por amansar las aguas para poder ayudar a que lejos de continuar con descalificaciones, irregularidades y confusiones.

    No deja de ser interesante que BCS sea el único estado de la República donde se estén dando estos fenómenos de descomposición “parlamentaria” con violencia física contumaz, con esta composición pluripartidista y que lejos de augurar una mayor madurez política y democrática, nos anuncia un enredo mayor cuando los hoy diputadas y diputados, se vayan de candidatos a otras responsabilidades compitiendo contra quienes en pocos meses dejarán de ser alcaldes, regidores, síndicos o funcionarios del ejecutivo estatal o municipales y federal.



    Es hora propicia para que los principales líderes políticos, que todos sabemos quiénes son las manos que mecen la cuna, se sienten discretamente a poner orden en el gallinero pues no da la impresión de que todos “anden por la libre” ¿o sí?

    rojedamestre@yahoo.com