Se acabaron los pretextos, Morena tiene la oportunidad de transformar al país.
Una nueva oportunidad se abre en gran parte del país. Podemos corregir las pústulas del pretérito inmediato, sancionar con justicia, corregir y prevenir, mejorar. No puede haber complicidad, temor o colusión, mucho menos conformismo o laissez faire laissez passer como dijo Vincent de Gournay, el derrotado fisiócrata del XVIII. Juzgue usted mismo.
Esto es lo que vemos, lo que vimos y lo que vivimos en Baja California Sur y esto es lo que habrán de afrontar, el profesor Víctor Castro Cosío, el profesor Oscar Leggs y la ingeniera Milena Quiroga en los principales municipios y en el estado en su conjunto.
Ha sido muy triste lo que hemos padecido este reciente trienio de la esperanza, las administraciones municipales y estatales salientes dejan una secuela preocupante de corrupción, ineficiencia, rancios cacicazgos ruralones, aldeanos o urbanos, dispendio y saqueo presupuestal, engaño y cinismo, violencia y escandalosos endeudamientos aberrantes y transtrienales, nepotismo repugnante e indigno, juniorismo irritante, ostentación de indumentarias costosos ante unas mayorías que compran en la “segunda de la segunda”, vehículos carísimos, joyas y mansiones, juanitización, colusiones rampantes o palmarias, contaminación tolerada o generada muy lesiva, tremendas y dolorosas desigualdades sociales, ocultamiento y manipulación de estadísticas.
Seguro dirán ustedes que me quedo corto, pero siempre es útil para sanear un país orear las dificultades o los retos. No somos el Infierno de Dante ni el Castillo de la Pureza. Somos un pueblo que merece una mejor realidad y un destino superior.
Traemos mala inercia. Ahora ya no habrá el sobrado pretexto de que son de distintos partidos los y las jerarcas, aunque sea obvio que hay tanto disfraz que parece el carnaval de Venecia, pero, la mula no era arisca, la hicieron a palos o el que con leche se quema hasta al jocoque le sopla, nos dejan amargas vivencias de falsificaciones documentales, centenares de mujeres y hombres desaparecidos ilegalmente, descuido ilegal y lesivo en la gestión de residuos sólidos, déficit tremendo y corrupción en el agua potable, las pipas y la injusticia hídrica, primeros lugares nacionales en obesidad , déficits en aulas educativas y espacios deportivos, fecalismo animal y humano al aire libre, 73 por ciento de los municipios principales sin pavimentar, Los Cabos, La Paz y otros sin drenaje incluidas las marinas, el transporte público deplorable, el crecimiento urbano edificatorio desquiciado, indefensión e imprevisión ante huracanes, ciclones y tormentas, privatización y discriminación en playas públicas, ambulantaje ilegal abrumador, trasiego de estupefacientes, prostitución y trata de menores, venta ilegal de licencias de construcción, ilicitud en Oomsapas y juntas de gobierno, entrega y ocultamiento de propiedades y predios públicos, compra y renta ilegal de camionetas, culto a la personalidad y vedetismo mediático oneroso, tortuguismo jurídico y judicial, amenazas a medios y comunicadores, etc, etc, etc.
Claro que podemos y debemos sanear a nuestras instancias públicas y privadas, pues si hay corrupción exagerada en el sector público, la mayor parte de las veces aparece coludido el sector privado o los particulares. Está en nuestras manos, tenemos una nueva oportunidad. En plena pandemia y cambio climático. Tenemos derecho a luchar y la obligación ética de hacerlo.
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